Revés al gobierno de México sobre el maíz transgénico: Permiten importación, pero no cultivo nacional
Ciudad de México, 20 de diciembre de 2024 — El gobierno mexicano ha respondido este jueves al Informe Final del Panel constituyente bajo el Capítulo 31 del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que aborda las medidas de México sobre el maíz genéticamente modificado. La decisión del panel implica un revés para las autoridades mexicanas, al permitir la importación de maíz transgénico a México, aunque a su vez, se mantiene la prohibición para su cultivo en el territorio nacional.
El informe, que surgió como parte de un mecanismo de resolución de disputas bajo el T-MEC, establece que las restricciones comerciales que México había implementado respecto al maíz genéticamente modificado no están suficientemente justificadas para cumplir con los estándares internacionales de comercio. A pesar de este fallo, el gobierno mexicano reafirmó hoy su postura frente al asunto.
En un comunicado oficial, las autoridades mexicanas manifestaron su compromiso con la protección de la biodiversidad del maíz nativo de México, subrayando que los maíces originarios del país son parte fundamental del patrimonio cultural y alimentario de la nación. México es el centro de origen de este cultivo, por lo que el gobierno asegura que su protección es esencial para preservar tanto la diversidad genética como las prácticas agrícolas ancestrales.
El Gobierno de México y el Congreso: Prohibición al Cultivo
El gobierno ha indicado que este fallo no cambiará su enfoque a largo plazo, reiterando que en 2025 se discutirán en el Congreso nuevas reformas legislativas para prohibir la siembra de maíz genéticamente modificado en suelo mexicano. En palabras de funcionarios del gobierno, esta legislación busca resguardar la soberanía alimentaria del país y asegurar que la producción de maíz siga siendo sostenible y libre de organismos genéticamente modificados (OGM) en el futuro.
Cabe señalar que el informe del Panel sobre el T-MEC, que se enfoca exclusivamente en las implicaciones comerciales del conflicto entre México y Estados Unidos, no afecta la postura política del gobierno mexicano en relación a la protección de sus maíces nativos. Según el Ejecutivo mexicano, la entrada de maíz transgénico al país se realizará bajo estrictos controles sanitarios y en cantidades destinadas principalmente a la industria de alimentos procesados, evitando su uso en la producción de masa o tortillas, básicos en la dieta mexicana.
Reacciones del Sector Empresarial y Ambiental
La decisión del gobierno de México de permitir la importación de maíz transgénico, mientras se mantiene firme en la prohibición de su cultivo, ha generado reacciones mixtas. Por un lado, algunas organizaciones ambientalistas y campesinas celebran la postura, pues consideran que la prohibición al cultivo de OGM protegerá la biodiversidad del maíz nacional. Sin embargo, grupos empresariales y algunos actores del sector agroindustrial advierten sobre las posibles implicaciones económicas, señalando que la prohibición al cultivo de maíz transgénico podría limitar el acceso a nuevas tecnologías agrícolas que podrían mejorar los rendimientos de los cultivos.
En los próximos meses, la discusión sobre este tema se intensificará, especialmente con la apertura del debate legislativo en 2025, donde se definirán los pasos a seguir para regular el uso de organismos modificados genéticamente en el país.
Con esta postura, el gobierno mexicano continúa navegando las complejidades del tratado comercial con sus socios norteamericanos, mientras refuerza su compromiso con la preservación de su rica herencia agrícola.